Nacionales

De críticas y aprobaciones

Horacio Ornelas Ramírez

18 de Febrero del 2022

Antes que nada, es un gusto estar de vuelta escribiendo sobre nuestro querido país. Ojalá logre ofrecer algo de conocimiento y análisis junto con mi opinión; que les permita conocer diferentes matices sobre la vida pública de México.


Este inicio de año ha sido marcado por escándalos serios en la órbita del presidente. Entre los más destacados ha sido: 1) la muerte de, hasta la fecha, seis periodistas en las primeras seis semanas de lo que va del año, 2) la revelación del lujoso estilo de vida del primogénito de AMLO, contrastado por un gobierno cuya política pública es la austeridad, 3) la eterna pelea contra las instituciones y organismos autónomos que lidera la 4T, 4) el pobre cuerpo de un bebé hallado lleno de droga para traficarla dentro de un penal en Puebla…en fin.


Críticas hay y hay muchas, pero entonces, ¿cómo es que el gobierno actual se mantiene con niveles de aprobación altos?


La respuesta corta es que el gobierno no la tiene. AMLO es quien tiene dicha aprobación. Encuesta Mitofsky y #AMLOTrackingPoll establecen su aprobación personal a 63%. 

Es innegable el hecho de que el presidente es un animal político (expresión usada para aquellos que se desenvuelven en el mundo de la política de manera instintiva/natural), y ha establecido sus bases para el éxito.


La percepción del público hacia él, es de una persona incorruptible, luchando con fuerza moral contra los males que plagan al país. Siempre se asegura que ante cualquier posibilidad de fallo, alguien más reciba el impacto (Lopez Gatell por la pandemia, por ejemplo). Y nunca hay que olvidarse de la principal herramienta para su popularidad: la Mañanera.


Las encuestas establecen que la aprobación de su gobierno está alrededor del 30%, únicamente el 24% dice que la seguridad va mejorando. El mismo presidente ha bajado de 66-67% a 60-63% en el último mes (de diciembre a enero): disminución de 3 a 7 puntos porcentuales.


En mi opinión, veo cómo le cuesta más trabajo a AMLO tener control sobre el discurso político. Usa herramientas nacionalistas como las luchas diplomáticas contra Panamá (designación de Pedro Salmerón como embajador), Austria (penacho de Moctezuma) y España (¿conquista de los aztecas?). Ha atacado a periodistas reconocidos y que en antaño eran sus aliados más próximos como Brozo y Aristegui. Inclusive ha revelado la información fiscal PERSONAL de Carlos Loret de Mola, que bajo cualquier interpretación de la ley es ILEGAL. Todo por mantenerse en control, una ilusión que poco a poco se va desmoronando.


¿Y quién sabe? Posiblemente este sea el inicio del fin de la popularidad inalcanzable de AMLO. Posiblemente tenga un rebote impresionante. No hay que olvidar que muchos de sus principales proyectos de gobierno están en etapas intermedias o finales. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles va a abrir sus puertas en la primavera de este año. La revocación de mandato y las 6 gubernaturas que serán disputadas este año serán la cuantificación de su base electoral. La pandemia va de salida, y ojalá con ella el incremento económico del país. 

Muchas variables todavía están al aire, pero si algo es cierto en la política, es que el poder desgasta; y junto con el cambio de circunstancias, nuevas posibilidades para bien (o mal) serán alcanzables.